sábado, 25 de mayo de 2013

Capitulo 2 La fantasía es mi vida

¿¡Un unicornio!? Nunca había visto ninguno, me quede embobada contemplando su belleza. Ni se había inmutado de mi presencia, hasta que me atravesó, como si yo fuera un fantasma, y ahí si se dio cuenta de mi. Estaba asombrada mirándolo, y el a mi, pero de repente escuche varias voces:"¡Sara! ¿Donde estas?".
Me estaban llamando, salí corriendo de ese bosque, y deje todo eso atrás, el unicornio, los seres mitológicos... Todo, pero iba a volver.
Corrí con todas mis fuerzas, para volver con mis compañeros, deje todo atrás, y al final los encontré. Mi amiga me abrazó y nos fuimos cada una a su casa. ¿Era conveniente volver esa noche?
Claro que si, iba a ir. Esperé sola en mi cuarto, dejándome cansada, con los ojos adormecidos, y todo eso en la cama. Quería irme, pero sabía que no era el momento. Como no, estaba feliz, no podía estar triste, y eso me molestaba. Quiero llorar por una vez, sentir dolor, por que la vida alegre no tiene tanta felicidad como parece. Estaba al lado de la ventana, viendo como cada gota iba cayendo por el cristal, lentamente, haciendo carreras. Seguía esperando, que el momento adecuado se presentase con malas formas y me condene a irme al bosque oscuro, húmedo por la lluvia, y tenebroso, lleno de fantasía.
Eran las tres de la mañana, y de repente, se abrió la ventana por un golpe de viento. Ya era la hora de salir de mi casa. Y así hice. Caminé por las calles oscuras, confusa por la vida, pero sin miedo alguno. Cada paso que daba de impedía más pensar en lo que estaba haciendo, sentía adrenalina por el cuerpo, y llegue a sentirme poderosa.
<<Estoy enferma y cansada de lo que has hecho de mi.>>
Llego, y, estaba aún mas oscuro, pero esta vez, era como si la noche se apoderará de la magia, la noche era mágica pero no pensé que tanto.
Había tanta magia en el paisaje, y mi vestido estaba roto por las ramas de los árboles... Me sentía feliz, sonreía sin parar, la luna estaba inmensa, y yo la miraba y contemplaba, las nube no conseguían tapar parte de la luna, ella era tan fuerte, tan grande, blanca, con gris también, y muy valiente por enseñarse al mundo.Me escondí en cuánto vi a esos unicornios, bebiendo agua, con su cuerno blanco, afilado y precioso. el agua estaba tan transparente, se podía ver a través de ella una sirena preciosa, pelo largo, la cola era mágica, y ocultaba sus pechos con sus manos, su piel parecía tan delicada, de un color canela, tan frágil que parecía, y yo, sin embargo, tan imperfecta, con mi color de pelo moreno, mis ojos castaños, mi piel, mi vestido y mi chaqueta de lana, costuras que no valen ni una pequeña parte de lo que valía esa mujer tan bella en el agua, con esos ojos violetas que me miraban, parecía tan perfecta... Quería tocarla, estaba al borde del río, pantano, lago o lo que fuese, y mi mano atravesaba el agua tibia, acercándose más a las manos de esa sirena, donde esta me las cogió, y me las acarició, su tacto era tan suave, tan delicado... Quería que me llevase dentro del agua con ella y que me convirtiera un un ser tan perfecto.



domingo, 19 de mayo de 2013

Cap 1¿Dónde esta mi unicornio?

Cómo no, me había olvidado el paraguas, y como no, empezó a llover... Me moje todo el vestido, las zapatillas echando chorros, y ¡el pelo super mojado!, lo que me da mucha rabia por que me había puesto muy mona, obviamente, ese día era importante, además, quería resplandecer ante todos. Y así lo hice, pero no por lo mona que estaba (antes, por que ahora guapa no estaba) si no por lo ridícula que estaba...
Pero me daba igual.
Total, el camino que recorrí se me hizo increíble, ¿por qué? Lo vi todo de colores, literalmente, llovía y yo me sentía tan libre... Tan especial...  
 Y bueno, ya con Maria todo era mucho mejor, las dos nos                                                                                                         
nos olvidamos el paraguas, (que listas) así que el trayecto fue tan divertido... 
La quiero mucho, y ella a mi, lo que a mi se me hacia raro ya que mis padres y los médicos aseguran que tengo una enfermedad en el cerebro, por eso lo veo todo tan así, tan iluminado, nunca estoy triste, eso también es llevar esto a decir estar loca... Pero yo no estoy loca por ver el mundo diferente a los demás.
Mi corazón late tan rápido, y yo estoy llena de felicidad, siempre sonrío.
Al final, llegamos al parque donde habíamos quedado con los compañeros como fin de curso. Y no, no me gustaba ningún compañero, ya he dicho que soy diferente, y es tan típico los amores entre compañeros, amores prohibidos... Que mi corazón se niega a sentir eso por alguien. Yo no lo entiendo. Es cómo si tuviera  otra persona dentro de mí, que es la que lo controla. Si os soy sincera, nunca he llorado, y no me gusta, por que no me hace sentir persona. Me hace sentir... De hecho ni me hace sentir nada, como si fuera un robot.
Pero mi alma no es así. La gente me trata cómo si fuera tonta, y no es así.
No soy tonta, me hablan despacio, con delicadeza, y como si fuera boba.
Llegamos, al fin, y saludo a todos, pero nadie me saluda a mi y me evitan. Pero sigo estando feliz por que mi corazón y mi cerebro impiden que pueda estar triste. O mi otra persona. Hablan entre ellos, y hacen como si yo no existiera, pero yo estoy ahí. Me vean o no, estoy.
Me siento en un banco, sola, como no, mi amiga ni nota que me he ido, que me he alejado de los compañeros. Y sigo sonriendo. Estamos en un parque cerca del bosque, y al ver que después de media hora de nuestra llegada nadie me hace caso, ni me mira ni me habla, decido irme al bosque, cogo mi abrigo, me abrocho un botón, y me voy. 
El bosque es tan oscuro... Es tan de fantasía... Tengo algo de miedo, pero sigo caminando, lentamente.


Mis caminares son muy lentos, cada paso, suena, y yo, asombrada, empiezo a ver criaturas mitológicas.
Un hada alrededor de un árbol, un centauro paseando, y yo paso desapercibida. Empiezo a dudar si acaso existo. 
Estoy sola.
Y tengo tanto miedo. Miro a todas partes, y todo es una fantasía llena de cosas... bonitas.
De repente, veo algo que llama totalmente mi atención, lo miro,



Y sonrío.